Quiénes somos

Nuestra historia

El colegio Pureza de María Providencia, ubicado en la ciudad de León-Nicaragua es un centro católico privado-subvencionado de las Religiosas de la Congregación Pureza de María Santísima, fundado en 1976, atendiendo las directrices de la Iglesia en su actitud de acercarnos a los más desfavorecidos.

Actualmente cuenta con 1054 alumnos entre Educación Inicial, Educación Primaria y Educación Secundaria.

Nuestro Colegio, desde su fundación, ha sido construido por etapas con ayuda de la Congregación, de padres de familia del otro colegio Pureza de María ubicado en la carretera a Poneloya, por instituciones del Estado y por otras Instituciones.

Queremos dar una formación humana y cristiana a todos nuestros niños y jóvenes que tocan las puertas de nuestro colegio para hacer de ellos hombres y mujeres de bien desde el punto de vista del Evangelio y ciudadanos comprometidos con el bien de la Patria y la sociedad.

MISIÓN

Formar a niños y jóvenes que asistan a nuestro centro con una educación humanizadora basada en principios de fe católica y lineamientos pedagógicos de Madre Alberta que logre trascender de generación en generación para que integren una nueva sociedad más justa, auténtica, transparente y productiva. Todo ello a través de la colaboración de los padres de familia, docentes, religiosas, personal administrativo y de servicio.

VISIÓN

Queremos ser una Institución que brinde una enseñanza de calidad, basada en la realidad de nuestro entorno, abierto a los avances tecnológicos y científicos , formando personas en la fe, cultura, racionalidad y aspiraciones que aporten soluciones innovadoras y pertinentes en una sociedad cambiante, con criterios y convicciones firmes desde la libertad, la equidad y el compromiso.

VALORES

Educación transformadora: queremos que todos los individuos que forman parte de nuestra comunidad educativa se integren en la sociedad y sean capaces de transformarla, para que sea más justa, transparente y auténtica.

Transparencia: Todos los miembros de la comunidad educativa nos identificamos con la actuación transparente y honesta en nuestras actividades docentes, administrativas y de servicio, siendo leales, sinceros y objetivos como creyentes y continuadores de la espiritualidad albertiana.

¿Cómo educamos?

Educamos con un estilo propio, el de Alberta Giménez, que integró la pedagogía y la pastoral en un modelo de educación que hoy nos caracteriza.

Fomentamos la interioridad en los estudiantes, de modo que puedan reflexionar sobre sus pensamientos, sentimientos, determinaciones, y respuestas que cada día realizan. De este modo se encuentran con Dios, consigo mismo, con la naturaleza y con los demás.

Fomentamos la sensibilidad ante el dolor del otro y las necesidades de los más pobres, de manera que nuestros estudiantes sean sensibles a las periferias materiales y espirituales o morales de las que habla el Papa Francisco.

Educación de la empatía, la sensibilidad y la entrega a los demás para que descubran el gozo de hacer el bien.

Atendemos las necesidades propias de cada estudiante, de modo que se sientan acompañados en el proceso de aprendizaje que les prepare para la inserción en el mundo laboral.

El espíritu de familia heredado de nuestra fundadora Alberta Giménez es nuestra motivación para crear ese ambiente educativo entre los estudiantes, docentes y personal que labora en nuestro centro educativo.

Queremos que nuestros estudiantes sean creativos, tengan espíritu crítico, que sepan tomar decisiones acertadas y que busquen por encima de todo la verdad.

Con una pedagogía abierta y flexible a los signos de los tiempos.
Nos adaptamos a las necesidades existentes, incorporando las innovaciones didácticas y los avances tecnológicos que más contribuyan al desarrollo de nuestro Proyecto Educativo.

¿Para qué existimos?

  1. Para colaborar con la Iglesia en la tarea de formar corazones, como decía nuestra fundadora Alberta Giménez: “La misión de educar corazones, ¡cuán hermosa misión!”.
  2. Para Evangelizar a través de la educación, para transformar el corazón y renovar a la humanidad.
  3. Deseamos que nuestros niños y jóvenes que se educan en nuestro colegio tengan la oportunidad de desarrollar armónicamente sus capacidades físicas, cognitivas y afectivas, su dimensión social, su capacidad espiritual.

La razón de ser de nuestro centro es: La educación integral entendida desde los siguientes puntos de vista:

  • Formación abierta a la trascendencia.
  • Clima de familia
  • Educamos en la pureza entendida como vivir en la verdad, en la autenticidad y la honradez.
  • Promovemos el afán de superación.
  • Desarrollamos una pedagogía preventiva.

¿Hacia dónde caminamos?

Hacia una educación de vanguardia que se distinga por el equilibrio entre innovación y tradición.

Hacia una educación que conduzca a la libertad de modo que “por sí mismos huyan del mal y anhelen el bien” (M. Alberta).

Hacia la educación de la afectividad y la formación de la propia identidad.

Hacia una mayor implicación entre padres de familia, docentes y religiosas.

Hacia una mayor conciencia ecológica por parte de la comunidad educativa, de modo que entre todos cuidemos la creación.

Hacia una mayor profesionalización de nuestros docentes en la tarea de la educación.